Pintura a la Tiza 

La pintura a la tiza, también conocida como chalk paint, es un tipo de pintura decorativa que triunfa desde hace años entre los que quieren renovar su casa o sus muebles antiguos. Cuenta con un aspecto mate empolvado y un toque envejecido, que se ha convertido en tendencia. Ésta no contiene acrílicos y su componente principal es el carbonato cálcico y el agua, por ello es muy fácil de usar. Es decir, se trata de una pintura natural, que proviene de la tiza.  Además, cuanta más tiza contenga en su composición mejor será su calidad. 

Su uso principal es el de pintar muebles sin tener que decaparlos o lijarlos antes, pero también podemos encontrar pintura a la tiza especial para paredes (interiores y exteriores) o azulejos. No obstante, no todas son pinturas universales, debes comprar la pintura a la tiza adecuada para la superficie que pretendes pintar.

Entre sus muchas cualidades y ventajas, la pintura a la tiza destaca por se una pintura que no requiere barnizado y tampoco preparación previa de la superficie, más allá de la necesaria limpieza. Además, es una pintura muy económica, cubriente y fácil de aplicar, por lo que cada bote cunde mucho.

Además, es muy resistente y duradera, y se puede emplear en todo tipo de superficies. Es una pintura no tóxica y no necesita imprimación.

Más allá de lo que la gente piensa, la pintura a la tiza se puede aplicar a muchas más superficies que las de nuestros muebles de madera. Con ella podemos pintar paredes, metales, cemento, plástico, vidrio, tela, piedra e, incluso, azulejos.

Lo que debes tener en cuenta es que no todas las pinturas a la tiza sirven para todas las superficies, si no que hay pinturas a la tiza especializadas. Por lo que debes tener cuidado a la hora de comprarla y asegurarte de estar haciendo la elección correcta del tipo de pintura.

Además, la pintura a la tiza puede usarse con diferentes técnicas como: lavado (diluida en agua), con texturas, con espesantes, usando brochas, rodillos, esponjas o paletinas.